A pesar del esfuerzo constante de las empresas menorquinas por posicionarse tanto a nivel estatal como internacional, haciendo de la calidad del producto su carta de presentación más valiosa, se encuentran con una dificultad añadida relacionada con el transporte de la mercancía que perjudica considerablemente la imagen y el valor de los productos fabricados en la isla.

La mercancía enviada por vía aérea, al tratarse de material opaco, no puede ser identificada de manera correcta mediante los escáneres ordinarios con los que cuenta el aeropuerto de Menorca, lo que hace necesaria una inspección ocular y manual del material que obliga a desempacar y manipular esta mercancía por parte de los servicios de seguridad del aeropuerto. Esto implica que, una vez inspeccionada, no se sigan los procedimientos adecuados para volver a empaquetarla y, por lo tanto, no llega al destinatario en las condiciones idóneas.

La única posibilidad para no proceder a esta inspección manual por parte del servicio de seguridad del aeropuerto de Menorca y que la mercancía llegue en condiciones idóneas a los compradores es que dicho aeropuerto cuente con un vigilante de seguridad, sin arma, con perro detector de explosivos, servicio que el aeropuerto no está obligado a ofrecer atendiendo al volumen de envío de mercancía que actualmente se produce.

El Departamento de Economía y Territorio está interesado en dar una solución a esta problemática, y la Cámara Oficial de Comercio está trabajando activamente en la mejora de la comercialización del producto isleño y en el posicionamiento de las empresas menorquinas en los mercados estatales e internacionales. Actualmente, se está ejecutando la contratación de un servicio de seguridad aeroportuaria con perro, para garantizar que la mercancía llegue en las mejores condiciones a sus destinos.